
Ensayo del retrato con una actitud pedagógica
La fotografía ha desempeñado un papel fundamental a lo largo de nuestra historia y cultura. Dentro de ello tenemos un instrumento como es el retrato que adquiere una dimensión pedagógica interesante y particular.
Centrándonos en el retrato concretamente que es lo que más se ha trabajado a lo largo de nuestra asignatura este año. Se puede decir de este medio que es una expresión artística que potencia el significado de la imagen, provoca una interpretación de la identidad del otro, de uno mismo y hasta de generar un conocimiento de la sociedad.
En un contexto educativo, el retrato ayuda a los estudiantes y espectadores a ver más allá de lo superficial, tratando de entender lo que la imagen nos dice sobre la persona retratada. A diferencia de otros tipos de arte, el retrato fotográfico muestra una representación mucho más “real” y cercana de la persona, lo que abre una oportunidad única para analizar aspectos psicológicos, emocionales y sociales. Esto implica estar dispuesto a mirar más allá de lo obvio y a hacer preguntas sobre lo que vemos, considerando cosas como la postura, la expresión de la cara, el entorno y otros elementos de la imagen.
El fotógrafo de retrato tiene su rol de creador, que puede adoptar una actitud pedagógica hacia sus modelos, guiándolos en el proceso de representar quiénes son y qué quieren comunicar. Este papel se asemeja al de un docente, puesto que adopta la misma postura de orientar a los alumnos a que exploren ciertas experiencias y motivaciones. También un medio para explorar y entender la diversidad cultural. La fotografía de retrato permite acercarse a diferentes culturas, a través de la representación de individuos que promulgan aspectos particulares de su comunidad. En la educación, este enfoque es valioso para fomentar la empatía y el respeto hacia personas de diferentes contextos.
Por otro lado, el retrato permite una reflexión crítica sobre los estereotipos y los prejuicios, lo que ayuda a los estudiantes a identificar y cuestionar ideas preconcebidas sobre ciertos grupos sociales. Este punto me parece influyente, debido a que hoy en día, en el siglo en el estamos, hay muchísima polémica. Por culpa de las redes sociales se ha magnificado aún más los estereotipos de mujeres y hombres. Esto ha provocado una desembocadura enorme de envidia hacia otras personas sean del mismo sexo o diferente. Por eso este tipo de fotografía es tan interesante para este punto, ya que no solo se saca la mejor parte del sujeto, sino que según lo que quieras captar puedes con un simple gesto marcar la idea que se quiere lucir.
En educación primaria, la fotografía de retrato puede ser una herramienta educativa muy poderosa. Los niños están en una etapa en la que aprenden sobre sí mismos, los demás y el mundo que los rodea. La fotografía, y especialmente el retrato, puede ayudarles a desarrollar una mirada más atenta y empática, ya que cada día este sentimiento se necesita enseñar más para la sociedad en la que vivimos por lo que he dicho anteriormente.
En el aula, una actividad como es retratar diferentes personas, donde cada una te va a pedir que mires, que cojas un complemento u otro y que gesticules en diferentes posiciones hará también que luego se vean con una diversidad de ideas. En las que el mismo al ver sus propias fotografías hechas por sus compañeras, reflexione sobre esas posiciones y miradas que pueden llegar a transmitir tantas cosas, cuando el solamente posaba y no pensaba en nada de lo que se ha podido llegar a traspasar en la imagen. Otro aspecto que se siente al construir arte a través de esta actividad es que vas a sentir al ser fotografiada abundantes emociones a la vez como es el miedo, inseguridad, observada... Si miramos por las emociones más positivas podemos destacar que te puedes sentir, empoderada, sobre todo cuando tus compañeros que te están retratando te alagan.
Para concluir con este ensayo sobre la actitud pedagógica en el retrato fotográfico, el cual hemos experimentado durante el trimestre que puede ser una herramienta educativa muy rica para los estudiantes de primaria y para el resto de ámbitos educativos. A través del retrato, los niños aprenden a observar con detenimiento, a entender sus propios sentimientos y los de los demás, a valorar la diversidad y a ser creativos. Al incorporar la fotografía de retrato en actividades de clase, los docentes fomentan el desarrollo emocional, social y cultural de los estudiantes, promoviendo una educación integral que va más allá de los contenidos académicos y ayuda a formar niños más empáticos y conscientes del mundo que los rodea.